Un día estuve triste.
Un mes estuve hundida.
Un tiempo me encontré en un océano de preguntas.
Hoy no tengo todas las respuestas, tampoco las quiero.
Aprendí que es mejor vivir con algo de misterio e incertidumbre, sin quebrar mi presente.
Sin quebrar mi persona.
Convivo conmigo cada día, este es mi móvil y mi templo para llegar a ser más de la mitad de lo que he soñado.
Quiero compartir este capítulo de mi vida contigo.
ojitos
domingo, 11 de junio de 2017
Sábados con sabor a domingo.
Tardes para el olvido.
Colores pal rostro.
Luces pal corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario